– Porque quizás vos también estás atravesando una pérdida.
– O tal vez acompañás a alguien que la está atravesando y no sabés cómo hacerlo.
– Porque, en una cultura que nos apura a estar bien, este cuadernillo abre un tiempo distinto, donde el dolor puede ser nombrado sin vergüenza.
– Porque contiene palabras reales, que no prometen lo imposible, pero acompañan lo necesario.