Disciplina que se originó en la India hace aproximadamente 4000 años. La palabra Yoga proviene del sánscrito y significa “unión”. Puede considerarse como un arte o ciencia de vida. Comprende una serie de ejercicios, posturas y técnicas de respiración, relajación y meditación por medio de las cuales se busca el mejoramiento, armonización e integración de la persona a todo nivel (físico, mental, emocional y espiritual). Pantajali es el yogui más conocido por cuanto fue el que propuso la clasificación aún vigente de esta disciplina. Según éste, la práctica del Yoga comprende 8 partes o pasos como camino hacia la integración. Los dos primeros se refieren a conductas de vida. Ellos son: YAMAS (con 5 preceptos que definen lo que no está permitido hacer) y NIYAMAS (con otros 5 preceptos de lo que es correcto hacer). Además están: ASANAS (como se las denomina a las posturas), PRANAYAMA (que son técnicas de respiración), PRATYAHARA (que se refiere al control de los sentidos físicos), DHARANA (que comprende las técnicas de concentración), DIANA (las técnicas de meditación), y SAMADHI (como medio para lograr la expansión de la conciencia). Es bien conocido el hecho de que algunos ejercicios se inspiraron en los movimientos de diversos animales, al apreciar la plasticidad y practicidad con la que se desplazan. Los movimientos del Yoga deben ser armoniosos y practicados con lentitud, suavidad, en forma lo más relajada posible y manteniéndose la mente siempre alerta, receptiva y muy conciente de cada uno de los movimientos que se efectúan con miembros, músculos, vértebras y articulaciones. Además, cada postura debe ser mantenida por cierto tiempo para favorecer esta concientización y armonización. La respiración juega un rol muy importante en esta práctica, ya que mediante ella puede regularse el ingreso del prana o energía vital al cuerpo. De modo que su regulación conciente posibilita alcanzar una mayor armonización. Existen diferentes enfoques o Escuelas de Yoga, según sea la meta principal a alcanzar. Ellas son: HATHA YOGA (armonización energética mediante posturas, respiración, relajación, ejercicios, etc.), RAJA YOGA (técnicas de control mental y meditación), JÑANI YOGA (armonización a través del conocimiento y estudio de los principios de esta filosofía), BHAKTI YOGA (que apunta al desarrollo de la fe y devocionalidad), MANTRA YOGA (búsqueda de la armonización y elevación espiritual mediante la entonación y repetición de frases o palabras claves), TANTRA YOGA (manejo de energías para alcanzar los centros psíquicos superiores), y KARMA YOGA (que es poner en acción todo aquello que se aprendió para alcanzar el máximo perfeccionamiento y evolución espiritual, por ejemplo a través del servicio a los demás. Los ejercicios y posturas del Yoga pueden ser practicados por casi todas las personas, salvo por aquellas que padezcan alguna enfermedad grave o incapacidad física que les impida moverse. Su práctica requiere siempre de paciencia y constancia.

Dolencias, Trastornos y Enfermedades

El Yoga se emplea en caso de dolor de espalda, tensión muscular, trastornos articulares, artritis, osteoporosis, reumatismo, esclerosis múltiple, trastornos nerviosos, estrés, insomnio, dolor de cabeza, miedos, angustia, acidez estomacal, obesidad, problemas cardíacos, presión arterial, fatiga, diabetes, hemorroides, úlceras duodenales, asma, bronquitis, síndrome premenstrual, tabaquismo, alcoholismo, envejecimiento, problemas de concentración y aprendizaje, y trastornos menopáusicos y menstruales, entre otras.