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También conocida como Terapia Bioquímica, fue creada por el Dr. Wilhelm H. Schuessler, médico homeópata de origen alemán, hacia principios de 1870. Se basa en el concepto de que el cuerpo humano necesita la presencia de determinadas sales minerales para asegurar un adecuado funcionamiento a nivel celular y con ello mantenerse en salud. De sus investigaciones Schuessler concluyó que la falta de ciertos minerales en las células alteraba el metabolismo causando las enfermedades. Fue así que estudió e identificó 12 Sales bioquímicas a las que consideró esenciales para el normal funcionamiento del organismo humano. Comprobó que si se reponían en las dosis apropiadas las Sales que causaban el desequilibrio metabólico, se producía la desaparición de las enfermedades asociadas a ellas, activando el organismo su propia capacidad de autosanación. Se preparan en forma similar a los remedios homeopáticos, cada una de los cuales contiene una sal inorgánica reducida, en algunos casos a la 6° potencia decimal homeopática, y en otros, a la 3° decimal, a fin de poder ser asimiladas fácilmente por las células del organismo. Las 12 Sales de Schuessler no se consideran como remedios sino como alimentos. Se preparan en forma de gotas, tabletas o glóbulos homeopáticos. En el primer caso se toman disueltas en agua y en los otros 2 dejándoselas disolver en la boca. Se ingieren de a una o en combinación, según sea la enfermedad, habitualmente de 3 o 4 veces al día, hasta recuperar la salud, aumentándose la frecuencia si los síntomas lo requieren. No poseen contraindicaciones ni efectos secundarios, salvo el caso de la intolerancia al azúcar de la leche, por cuanto son elaboradas a base de lactosa. Las Sales no se anulan entre sí al ser administradas al mismo tiempo, pues el cuerpo sólo asimila aquellas que necesita. Pueden administrarse en forma preventiva a personas que presentan una predisposición a sufrir determinadas enfermedades por la carencia de alguna de ellas.
Dolencias, Trastornos y Enfermedades
Las 12 Sales y algunos ejemplos de su utilización son las siguientes: KALI PHOS (Fosfato de Potasio): asma, depresión, cistitis, dolor de cabeza, insomnio, otitis, nervios, tensión muscular, indigestión y úlcera estomacal. NATRUM SULPH (Sulfato de Sodio): asma, bronquitis, congestión pulmonar, trastornos hepáticos, diarrea, fiebre, reumatismo, trastornos digestivos, cólicos, dolor de cabeza, verrugas, náuseas y psicosis. KALI MUR (Cloruro de Potasio): asma, bronquitis, catarro, resfrío, faringitis, amigdalitis, neumonía, otitis y rinitis. CALCAREA FLUOR (Fluoruro de Calcio): lumbago, reumatismo, lesiones musculares, tendinitis, hemorroides, trastornos mamarios, cicatrización, várices y fiebre intestinal. MAGNESIA PHOS (Fosfato de Magnesio): calambres, ciática, cólicos, hipo, tos, palpitaciones, gases intestinales y trastornos menstruales. KALI SULPH (Sulfato de Potasio): asma, bronquitis, enfermedades de la piel, eccema, psoriasis, seborrea, congestión nasal, uñas quebradizas e indigestión. NATRUM PHOS (Fosfato de Sodio): acidez estomacal, indigestión, cólicos, diarrea y reumatismo. CALCAREA SULPH (Sulfato de Calcio): acné, enfermedades eruptivas, herpes labial, cicatrización, supuración de la piel, presencia de pus y úlceras. SILICEA (Bióxido de Silicio): abscesos, bronquitis, barritos, orzuelos, otitis, amigdalitis, reumatismo, úlceras, trastornos mamarios y várices. CALCAREA PHOS (Fosfato de Calcio): anemia, dolor de cabeza, problemas en huesos y dientes, mala digestión, sabañones y diarrea. NATRUM MUR (Cloruro de Sodio): reumatismo, rinitis, resfrío, eccema, herpes e hipocondría. FERUM PHOS (Fosfato de Hierro): inflamaciones, fiebre, congestión pulmonar, bronquitis, tos, resfrío, neumonía, reumatismo, cistitis y otitis.