Reiki significa energía universal de vida. Es un método terapéutico no invasivo de curación a través de la imposición de manos. Considera que las personas, ya sea por carencia o déficit, o por un bloqueo en la circulación de energía, están predispuestas a padecer enfermedades. El terapeuta da energía poniendo sus manos sobre los 7 Chakras o sobre las zonas del cuerpo que lo necesiten. No posee ningún poder personal, sólo se transforma en un canal a través del cual puede transferir energía vital a la persona enferma como un proceso de sanación natural. La energía transferida actúa sobre todos los planos (físico, emocional, mental y espiritual) permitiendo una curación integral. La energía Reiki es absorbida por el paciente en forma suave. Esta técnica no tiene efectos secundarios ni contraindicaciones. Con ella puede la persona receptora podrá experimentar una sensación de profunda paz, relajación y armonía. Habitualmente, el terapeuta Reiki coloca sus manos sobre la cabeza, hombros, estómago y pie del paciente por unos pocos minutos el cual suele sentir calor y cosquilleo. Luego de varias aplicaciones la persona notará que descansa y duerme mejor, que se pone menos nerviosa ante lo que le ocurra y que toma la vida con mayor optimismo y alegría. Los terapeutas Reiki deben prepararse con un Maestro pasando a través de 3 alineamientos, niveles o iniciaciones. El primero le permite transformarse en un canal de energía capaz de curarse a sí mismo y de curar el cuerpo físico de otras personas. En la segunda etapa de su preparación, será capaz de canalizar una mayor cantidad de energía y de actuar sobre el cuerpo emocional y mental. También será capaz de curar a distancia. Cuando alcance la tercera y última etapa estará en condiciones de actuar a nivel espiritual.