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MUSICOTERAPIA

Musicoterapia: de qué se trata?

Técnica que recurre, como método terapéutico, al empleo de música, sonidos, vibraciones, pulsos, ritmos, juegos, sensaciones y movimiento corporal. Es bien conocido el hecho de que la música afecta e incluso puede llegar a alterar o modificar nuestro estado de ánimo. Reaccionamos suave o enérgicamente si estamos frente a armonías lentas o dinámicas. Psiquis, mente y cuerpo son activados por la música. Una melodía en especial puede causar una fuerte impresión, o despertar sentimientos, emociones, vivencias, recuerdos o sensaciones, los cuales pueden ser interpretados y utilizados terapéuticamente. Con la música somos capaces de experimentar emociones que muchas veces no podemos poner en palabras, y es justamente esta capacidad de la música para establecer comunicación con el entorno la que se emplea para hacer aflorar sentimientos, revelar conflictos, desbloquear inhibiciones, etc. Durante el tratamiento, el terapeuta guía la elección de la melodía o la canción a utilizar compartiendo el canto con su paciente. Además recurre al empleo de instrumentos musicales, especialmente en los casos en que la comunicación verbal no es posible. Improvisación, composición, actuación, creatividad, juego y expresión corporal son sus herramientas de trabajo. Los instrumentos musicales a utilizar son aquellos que pueden ejecutarse con facilidad y para los que no es necesario ningún conocimiento de música, como los de percusión (palitos de entrechoque, raspadores, cajas, panderetas, triángulos, celestines, cajas chinas, maracas, tambores, etc.), o los de viento (flautas dulce, armónicas, etc.). La Musicoterapia puede ser utilizada en educación, rehabilitación, psicoterapia, etc, por educadores, médicos y psicólogos. No es frecuente su empleo en forma independiente.

Dolencias, Trastornos y Enfermedades

La Musicoterapia se emplea en caso de problemas de concentración, aprendizaje, falta de integración grupal o social, autismo, cuadros psicóticos, trastornos neurológicos, síndrome de Down, discapacidades físicas y mentales, problemas de conducta, trastornos emocionales, ansiedad, estrés, presión sanguínea, problemas cardíacos, trastornos auditivos, drogadependencia y gerontología. En programas de recuperación o rehabilitación. En hospitales, cárceles, asilos, instituciones psiquiátricas, escuelas, empresas, etc.

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