Consiste en el uso terapéutico de las propiedades curativas del agua para el tratamiento de diversas dolencias o enfermedades, por medio de baños, duchas, compresas, a chorro, baños de asiento, inhalaciones, ingestión, hielo, vapor (baño turco y sauna), enemas, baños de sábana, con o sin la adición de determinados productos, acompañado de masajes, etc. Fortalece el metabolismo, activa la circulación, tonifica, revigoriza, y actúa sobre el sistema nervioso. La cualidad terapéutica fundamental del agua la produce la posibilidad de su utilización a diversas temperaturas (caliente, templada, fría o en forma de hielo). El agua caliente y el vapor ayudan y aceleran la dilatación de los vasos sanguíneos, favorecen la transpiración a través de las glándulas sudoríparas y la eliminación de toxinas, promueven la relajación muscular y de las articulaciones y reducen los dolores. El agua fría o en forma de hielo tienen el efecto opuesto; constriñen los vasos sanguíneos, promueven una mayor circulación sanguínea interna y reducen las inflamaciones. La hidroterapia es utilizada fundamentalmente por los fisioterapeutas.

Dolencias, Trastornos y Enfermedades

La Hidroterapia se emplea en caso de dolor de cabeza, presión arterial, gastritis, reuma, dolor de espalda y articulaciones, lesiones musculares, esguinces, anemia, cálculos biliares, conjuntivitis, hemorroides, inflamaciones, sinusitis, asma, resfrío, fiebres, bronquitis, decaimiento, trastornos menstruales, ansiedad, fatiga, cistitis, diabetes, trastornos digestivos, constipación, infecciones de la piel, y várices, entre otras.