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Se denominan así a 38 Remedios cuyas propiedades curativas fueron descubiertas por el Dr. Edward Bach entre los años 1926 y 1934 durante sus investigaciones en la región de Gales, Gran Bretaña.
Treinta y cuatro (34) corresponden a flores silvestres, tres (3) a flores no silvestres, y uno (1) como excepción, proveniente del agua.
Guió su investigación sobre la base de 2 axiomas: combatir la enfermedad en sus causas y no en sus efectos, y curar sin agredir.
Según Bach, la enfermedad se produce como consecuencia de un desequilibrio emocional en el campo energético de la persona, que si no se lo equilibra, tarde o temprano se manifiesta en el cuerpo físico.
Sostenía, por tanto, que lo que se debe hacer es tratar la personalidad del paciente y no su enfermedad.
Sus estudios y observaciones acerca del comportamiento humano concluyeron en que las personalidades de toda la humanidad podían clasificarse en 7 tipos que corresponden a estados emocionales bien definidos.
Ellos son:
1) los que sienten temor;
2) los que sufren de incertidumbre;
3) los que no sienten suficiente interés en las presentes circunstancias;
4) los que sufren de soledad;
5) los que son hipersensibles a influencias e ideas externas;
6) los que experimentan desaliento o desesperación;
y 7) los que sienten culpa o preocupación excesivas por el bienestar de los demás.
El método de preparación ideado por el Dr. Bach es el mismo que aún se utiliza. Se cortan las flores, eligiendo las de floración más perfecta, se las coloca en un recipiente de vidrio delgado con agua recogida de un arroyo cercano y se las expone al sol durante algunas horas en el mismo lugar donde se cortaron. El extracto obtenido hay que mezclarlo con cognac para así preservarlo.
El sistema de curación por medio de las Flores de Bach, dada su simplicidad, puede ser utilizado por cualquier persona sin necesidad de consultar un terapeuta.
La dosis estándar es de 4 gotas de 4 a 6 veces por día, tomando en cuenta que cuanto más agudo es el cuadro mayor debe ser la frecuencia de toma diaria.
Se recomienda tomar como máximo 6 remedios a la vez, aunque lo mejor sería tomar uno sólo.
Los Remedios actúan desde los estados más superficiales hacia los más profundos. Por tanto, logrado el equilibrio emocional buscado, frecuentemente aparece o se pone al descubierto otro estado mental o emocional nocivo al que le corresponderá otro Remedio.
Dolencias, Trastornos y Enfermedades
A modo de ejemplo, pueden mencionarse los siguientes Remedios y su utilización:
AGRIMONY: para las que ocultan su dolor y preocupaciones tras una máscara jovial y risueña.
CERATO: cuando hay falta de confianza en uno mismo y se suele buscar consejo por parte de los demás.
CHERRY PLUM: en casos de desesperación, miedo a la pérdida de control y a hacer cosas terribles.
CHICORY: para personas posesivas y sobreprotectoras.
GENTIAN: para la depresión o el desánimo.
HONEYSUCKLE: en caso de nostalgia o tendencia a vivir en el pasado.
HORNBEAM: si hay cansancio mental y físico.
IMPATIENS: con estados de impaciencia e irritabilidad. LARCH: frente a sentimientos de inseguridad, complejo de inferioridad y miedo al fracaso.
ROCK ROSE: para sentimientos de terror o pánico.
ROCK WATER: cuando hay rigidez, severidad y autoexigencia, autonegándose las alegrías y los placeres.
SCLERANTHUS: si hay indecisión.
WILD OAT: ante la falta de vocación.
WILD ROSE: cuando hay resignación o apatía.
WILLOW: cuando se siente amargura, resentimiento y/o rencor.