A partir del síntoma, conflicto o emociones que estén afectando nuestra vida actual, se utilizan como hilo conductor, llegando a la expansión de consciencia, partiendo de que el alma es atemporal, es decir que, cualquier hecho traumático ocurrido hace miles de años, para el alma sigue ocurriendo. Esto es lo que se denomina atrapamiento del alma, al ser experiencias traumáticas no resueltas en su momento, se codifican en nuestro cuerpo a través de síntomas, cómo dolores, sensaciones, enfermedades, miedos inexplicables, conflictos vinculares, fobias, etc.