Creada por Alexander Lowen en la década del ´60, la Terapia Bioenergética es una forma de psicoterapia enmarcada en una concepción holística del ser humano, donde cuerpo, mente y psiquis forman una unidad. Nace como continuación y profundización de la investigación realizada por Wilhelm Reich en la década del ´30 quien había incorporado el trabajo corporal como herramienta psicoterapéutica. Lowen agregó a esto el empleo de la respiración y la realización de ejercicios específicos.

El objetivo principal de la Terapia Bioenergética consiste en ayudar a las personas a resolver sus problemas emocionales. Se basa en el hecho de que mente y cuerpo están íntima y funcionalmente relacionados, es decir, que lo que afecta a la mente se refleja siempre en el cuerpo, y viceversa.

Para la bionenegética resultan muy importantes las experiencias vividas durante las primeras etapas de la vida, algunas de las cuales son más o menos o conflictivas y otras sumamente traumáticas que llevan a las personas a reaccionar psicológicamente formando a modo de defensa lo que Lowen denominó “corazas emocionales crónicas”. Es decir que experiencias tales como el rechazo, la incomprensión, el abandono, la agresión física o emocional, o la falta de amor generan en las personas diversos mecanismos de defensa que pueden tomar la forma de inhibiciones, represión, inseguridad, miedos, etc. y que se manifiestan a nivel físico en forma de diversos trastornos psicológicos y psicosomáticos.

Como adulto, estos mecanismos o “corazas” se transforman en patrones de conducta o reacciones inconscientes expresados en la forma de moverse y respirar, y en posturas y rigideces corporales que representan los estados emocionales de conflictos no resueltos guardados en la “memoria celular” de los músculos. Así, por ejemplo, miedos, ansiedad, depresión, inseguridad, etc. se manifiestan bajo la forma de tensión muscular, trastornos articulares y dolencias de diverso tipo.

El terapeuta o consejero, a partir de lo que escucha de su paciente en cada sesión y de cómo observa que se expresa con su cuerpo, indicará los ejercicios de respiración y movimientos específicos que necesita para levantar los bloqueos de energía y devolver la movilidad y funcionalidad a su cuerpo.

Esta modalidad de trabajo ayuda a traer a la superficie imágenes, recuerdos, sensaciones y emociones que el consejero va trabajando con nuevos ejercicios acompañados de la palabra, esto es, del análisis necesario para que el paciente pueda darse cuenta de la conexión existente entre su mente y su cuerpo así como del origen remoto de sus conflictos.

Al comprenderlo, estará en condiciones de resolverlos y superarlos, dejando de repetirlos inconscientemente. A partir de ello habrá alcanzado un grado de integración tal que le permitirá vivir más plenamente aprendiendo a ser coherente entre lo que siente, piensa y actúa.

Dolencias, Trastornos y Enfermedades

La Bioenergética se emplea en caso de depresión, ansiedad, fobias, estrés, inseguridad, baja autoestima, angustia, duelo, abandono, separación, insomnio, enfermedades respiratorias, asma, bronquitis, trastornos de la alimentación, bulimia y anorexia, taquicardia, migraña, adicciones, alcoholismo, tabaquismo, trastornos sexuales, colon irritable, y úlceras pépticas, entre otras.