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Es bien conocida la importancia que tiene la presencia en el organismo de los llamados minerales esenciales para una buena salud (calcio, fósforo, magnesio, potasio, sodio). Estos se hallan presentes en el organismo en dosis importantes. Pero, además, aunque en cantidades mínimas existen otros minerales llamados oligoelementos, cuya presencia es imprescindible para la mayoría de las reacciones químicas del organismo, interviniendo en la asimilación y el metabolismo de los alimentos, la renovación celular y el fortalecimiento del sistema inmunológico. Un déficit en la cantidad de oligoelementos presentes en el organismo puede traer como consecuencia la aparición de enfermedades. Este déficit se produce habitualmente por una escasa alimentación, dietas nocivas, la polución atmosférica, el agotamiento de los suelos, o por la ingesta de alimentos que compiten entre sí impidiendo mutuamente su absorción. Por tanto, es importante el asesoramiento de un profesional para elaborar una dieta que tenga en cuenta esto último a fin de facilitar la absorción de los mismos. Otra cosa que hay que tener en cuenta es que los alimentos muy refinados pierden la mayoría de sus minerales.
Dolencias, Trastornos y Enfermedades
A modo de ejemplo se presentan a continuación los oligoelementos y su utilización: BORO: osteoporosis, artritis, fracturas. COBALTO: debilidad muscular, anemia, fatiga, somnolencia, trastornos circulatorios, hipertensión, várices. COBRE: anemia, enfermedades infecciosas, angina, rinofaringitis, alergias, acne, infertilidad, reumatismo, artrosis. CROMO: colesterol, diabetes. FLÚOR: caries dental, uñas quebradizas, osteoporosis. HIERRO: actúa en la formación de hemoglobina y el transporte de oxígeno a través de los glóbulos rojos de la sangre. LITIO: depresión, ansiedad, insomnio, enfermedades psicosomáticas. MANGANESO: alergias, migrañas, eccema, problemas de memoria, dolores articulares. MOLIBDENO: gota, ácido úrico, impotencia sexual. NÍQUEL: diabetes, trastornos del hígado y páncreas, hipoglucemia. SELENIO: próstata, impotencia sexual, envejecimiento. VANADIO: infecciones de la piel, obesidad, colesterol, diabetes. YODO: hipotiroidismo, reumatismo, dolores menstruales intensos, debilidad muscular. ZINC: impotencia sexual, frigidez, infertilidad, acné, cicatrización de la piel, pérdida de memoria.